COMO ES EL TRABAJO

      Los bloqueos musculares crónicos son la causa de múltiples dolencias y enfermedades, tanto físicas como psíquicas: lumbalgias, dolores de espalda y articulaciones, escoliosis, estrés, fatiga, ansiedad, baja autoestima, etc.

      En el trabajo sobre el cuerpo se desarrolla la percepción del sí mismo, de manera que se van adquiriendo herramientas para dar respuesta a las diferentes situaciones de la vida desde la coherencia entre los pensamientos, los sentimientos y la percepción corporal.

      El trabajo va dirigido:
  • A quien padezca algún tipo de dolor corporal crónico o puntual.
  • A cualquier persona que sienta necesidad de cambiar algo en la manera de relacionarse consigo misma y con los demás.
  • A quien busque profundizar en el autoconocimiento y en su propio proceso personal.

      Ofrecemos un espacio en el que la persona pueda volcar la mirada sobre sí misma y fundamentalmente a su cuerpo a través de ejercicios en los que con conciencia corporal se libera la respiración, el diafragma en estiramientos sin compensaciones y en el eje corporal.

      A través de unos ejercicios muy localizados sobre el cuerpo, se busca armonizar las formas corporales y equilibrar sus partes para ganar en flexibilidad, tanto física como emocional.

      Estos ejercicios se dividen en tres grupos:
  1. de estiramiento no compensado de la musculatura, que ayudan a soltar las tensiones, amplían la conciencia anatómica y acercan el cuerpo a su simetría. 
  2. de conciencia corporal, donde se busca sentir y ser conscientes de las razones que el cuerpo expresa, entrando en contacto con los sentimientos que en el se alojan.
  3. de liberación de la respiración y del movimiento diafragmático, donde se podrá experimentar con el sentido primordial de la respiración para la vida y cómo el dolor provoca que se reduzca la respiración al mínimo vital, para evitar la angustia.

      Toda experiencia está acompañada de un estímulo-emoción que se traduce en movimiento corporal, sea éste consciente, es decir que nos demos cuenta, o no.
      Cuando las sensaciones son placenteras, sentimos como el cuerpo fluye y puede relajarse o contraerse en función de lo que desea, al mismo tiempo que en la mente surgen pensamientos de estar conectados con nosotros mismos y con la realidad.
      Cuando las sensaciones no son placenteras, los centros que recogen la señal de alarma (sistema nervioso), activan los mecanismos de defensa provocando una respuesta corporal en forma de tensión muscular, bloqueo del diafragma, presión arterial, etc., surgiendo simultáneamente en la mente pensamientos de temor, hostilidad, inseguridad, etc.
      Quedarnos fijados en las emociones es el primer síntoma de desequilibrio. Tener una estructura corporal emocionalmente flexible, nos permite tener una respuesta adecuada para cada situación sin perdernos ni quedarnos enganchados en la emoción.